¿Sabias qué el 95% de nuestros alimentos se producen directa o indirectamente en nuestros suelo? Un suelo sano es fundamental para nuestro sistema alimentario. Ellos son la base de la agricultura y del medio en el que crecen casi todas las plantas destinadas a la producción de alimentos. Es más, la calidad de los suelos está directamente relacionada con la calidad y la cantidad de alimentos, ya que un suelo sano produce cultivos sanos que alimentan a personas y animales.

Los suelos proporcionan los nutrientes esenciales: el agua, el oxígeno y el sostén para las raíces que nuestras plantas destinadas a la producción de alimentos necesitan para crecer y florecer.  Además, cumplen una función de amortiguación, al proteger las delicadas raíces de las plantas de los cambios de temperatura.

Al igual que nosotros, los suelos necesitan un cuidado especial. Sin embargo, la pérdida de nutrientes del suelo es uno de los principales procesos de degradación que amenaza la nutrición, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. Tanto es así que en los últimos 70 años el nivel de vitaminas y nutrientes de los alimentos se ha reducido de manera considerable, y se estima que más de 2000 millones de personas en todo el mundo sufren de deficiencia de micronutrientes, también conocida como «hambre oculta» debido a que es difícil de detectar.

¿Qué objetivos tiene la campaña de este año?

El Día Mundial del Suelo 2022 y su campaña «Los suelos, origen de los alimentos« tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de los suelos para una producción alimentaria, una nutrición y unas dietas óptimas, a la vez que se reivindica un manejo sostenible que garantice la salud de nuestros suelos.

¿Por qué se celebra el 5 de diciembre?

El Día Mundial del Suelo (WSD) se celebra anualmente cada 5 de diciembre desde 2014, año en el que la ONU designó esta fecha a propuesta de la FAO un año atrás. Se decidió este día porque coincidía con el cumpleaños del Rey de Tailandia Bhumibol Adulyadej,  monarca fallecido en 2016 y uno de los grandes promotores de esta idea.

Pero sus orígenes se remontan a 2002 gracias al impulso de la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS), la cual propuso este evento en el marco de la Alianza Mundial por el Suelo, un foro colaborativo surgido ante la necesidad de compartir experiencias sostenibles para recuperar un suelo que pensábamos era un recurso infinito.