Mauricio Martínez Fernández, antiguo alumno del Máster en Agroecología, Desarrollo Rural y Agroturismo, ha decidido emprender en el ámbito de la agricultura. Nuestro egresado ha puesto en marcha ‘ Vermizone’, una empresa que produce y comercializa humus de lombriz de alta calidad. Además, ofrece el servicio de gestión de residuos no peligrosos y su valorización in situ mediante vermicompostaje.
¿Por qué apostaste por el vermicompostaje?
Debido a la situación económica actual, decidí apostar por la agricultura ya que en esta zona existe gran calidad y se apoya cada vez más las prácticas respetuosas con el medio ambiente. Como mi padre tenía en marcha un proyecto de vermicompostaje en México, conocía el proceso y decidí ponerlo en marcha en Murcia.
¿Cómo defines el proceso?
Se trata de una tecnología que utiliza a la lombriz roja para transformar residuos orgánicos en vermicompost. Este producto es una enmienda orgánica muy rica en nutrientes y de uso autorizado agricultura ecológica.
¿Qué beneficios aporta?
La planta recibe nutrientes muy degradados que puede asimilar de forma directa, a diferencia del estiércol en el que los microorganismos todavía han de actuar para que pueda absorberlos. Además, aumenta la retención hídrica -se ha publicado estudios que señalan que se ahorra alrededor de un 20% de agua de riego-. También, mejora la estructura del suelo, lo airea y le devuelve la fertilidad. Los microorganismos forman su medio de vida e incluso atacan a plagas y enfermedades.
¿Encontraste dificultades para poner en marcha Vermizone?
La primera y más grande fue la cuestión administrativa, puesto que al tratar con residuos la legislación obliga a obtener la autorización ambiental única. Es un proceso administrativo largo, yo llevo 2 años y medio con el tema. Es lo más complicado y requiere mucha paciencia. Cuando ya se ha realizado la inversión y depositado esperanzas, se tarda entre 3 y 5 años en obtenerla.
¿En qué consiste?
En Murcia, se exige la autorización para cualquier tratamiento que se haga con residuos. Se debe entregar un informe técnico y medioambiental: análisis del suelo, entorno, acuíferos, etc. Como se va a construir, el proyecto debe estar diseñado para evitar que los lixiviados se infiltren y contaminen. También, se debe informar sobre la maquinaria y recursos. Se podría decir que es algo así como presentar un plan de empresa más un estudio medioambiental.
¿Qué consejo darías a quienes pretenden iniciarse en el vermicompostaje?
Que tengan claro que el tema administrativo es largo y tedioso. Por tanto, es bueno contar con ese tiempo. También, les recomendaría empezar a trabajar a pequeña escala para practicar y habituarse al proceso.
¿Es necesaria alguna formación específica?
Una vez que se ha constituido la empresa y se comercializa el compost, la legislación exige que haya una persona en plantilla con conocimientos específicos relacionados con la agricultura y medio ambiente.